La cocina canaria es la más rica de las cocinas pobres. Está condicionada por lo que el hombre ha podido obtener en un medio hostil a la vez que generoso, productor de ingredientes incomparables que los tiempos, la inventiva insular e influencias aborígenes, andaluzas, inglesas, italianas, castellanas y americanas han ido acrisolando.
En cuanto al vino canario, desde mediados del S.XV o desde la conquista, los expedicionarios europeos, o los primeros colonizadores, comenzaron a plantar viñas. Durante tres siglos, desde la caída del cultivo de la caña de azúcar, el archipiélago basó su economía en la producción vitícola que se enviaba a Inglaterra, al resto de Europa y América. Las vides plantadas en Canarias prosperaron por el clima y los suelos volcánicos, con lo que se addaptaron preferentemente algunas variedades. En los últimos años se han mejorado notablemente los vinos canarios.