Flora

En Canarias, y en materia natural, prima el contraste paisajístico. De las florestas de los jardines botánicos a las áridas laderas salpicadas de cardones y palmeras canarias. Paseando por los pueblos os sentaréis en las plazas casi siempre repletas de magníficos ejemplares arbóreos. Por ejemplo, en Arucas, mirando a la catedral, o en la plaza de la Candelaria de Santa Cruz, admiraréis los floreados flamboyanes, de hojas largas y sedosas. De todas formas, horizonte canario -el actual- sentimentalmente distinto de aquel prehispánico, mítico, tal vez visitado en el S.I a.C. por los expedicionarios que mandó Juba a aquellas islas Afortunadas donde abundaban los árboles frutales, los arroyos y las grandes masas boscosas aún por deforestar. Probablemente, y hasta donde alcanzamos a comprender, nuestras islas "no estuvieron unidas" al continente africano, por lo que no arrastraron directamente flora y fauna del vecino continente, más bien fueron colonizadas por especies vegetales y animales procedentes del sur europeo y de África que pasaron el charco.

Parece que algunas de las plantas endémicas del archipiélago crecían hace unos 15.000 años en la cuenca mediterránea; además, el hombre (el aborigen, el europeo o el americano) cuando pobló o repobló la isla también introdujo flora y fauna.