El Pinar
El Pinar es el municipio más reciente creado en la isla (Septiembre de 2007) y engloba las poblaciones de El Pinar y La Restinga.
- El Pinar
La población de El Pinar, situado en el límite sur de los grandes bosques de coníferas, se reparten en los núcleos de Taibique y Las Casas. Sus habitantes viven principalmente de la agricultura y la ganadería. En el pueblo hay varios talleres de artesanos como tallistas de madera, tejedoras y cesteros.
La visita
- Mirador de Tanajara
Se contempla una buena vista del pueblo y toda la zona sur de la isla.
- Mirador de las Playas
A unos 5 km de El Pinar. Situado a 1.070 m. Panorámica de la bahía de Las Playas.
- Hoya del Morcillo
Impresionante pinar muy cuidado y que dispone de zona recreativa con mesas para comer y donde se puede acampar.
- Tacorón
Calita de aguas cristalinas, provista de las instalaciones necesarias para preparar una buena barbacoa.
- La Restinga
El pueblecito de pescadores de La Restinga está situado en el extremo sur de la isla y en ella se centran la mayoría de las embarcaciones pesqueras de la isla. También hay varios restaurantes en los que puede degustarse pescado del día. Es punto privilegiado para la práctica del submarinismo, sus centros deportivos permanecen abiertos durante todo el año. En las aguas de La Restinga está situada la Reserva Marina del Mar de Las Calmas de gran interés científico.
La visita
- Cueva de Don Justo
En las proximidades del pueblo de La Restinga, está situada la Cueva de D. Justo, tubo volcánico de 6 km. de longitud considerado uno de los más largos del mundo. En la actualidad no está permitida su visita como medida de protección de una especie endémica que habita en su interior.
- El Lajial (Parque Natural)
Numerosos conos y malpaís o campo de lava y de lajas. Formas caprichosas producto de las últimas erupciones que sufrió la isla (lava cordada, endemismos vegetales, varias cuevas). Aquí crecen tres endemismos.
- El Julan
Entre la Restinga y el faro de Orchilla.
Zona arqueológica de El Julan: Inscripciones datadas hacia el 200 a.C. de origen líbico- bereber y similares a las localizadas en el norte africano. Las mismas fueron dadas a conocer en 1870 por el cura don Aquilino.